¿ANTE UNA LESIÓN, APLICO FRÍO O CALOR?
La aplicación de frío o calor va a depender principalmente del tipo de lesión. Si se trata de un proceso agudo de inflamación o dolor, como un esguince, tendinitis, o contusión, se recomienda aplicar frío, sobre todo en las primeras 48 horas. Pasado ese tiempo, la inflamación empieza a “endurecerse” o si se trata de una lesión crónica, suele responder mejor al calor, ya que esté ayudará a relajarse a los tejidos blandos y tendrá también un efecto de sedación. Sin embargo, es recomendable ver cómo responde nuestro cuerpo ante la aplicación tanto de frío como de calor y si es necesario consultar las dudas de nuevo con nuestro fisioterapeuta.
Cuando se trata de una contractura muscular, especialmente si ésta está localizada en la espalda, es preferible aplicar calor, aunque se trate de un período agudo, ya que la sensación de frío en esta zona es desagradable y puede provocar más tensión muscular pudiendo empeorar el dolor. |
¿ES BUENO QUE ME TRATEN CUANDO TENGO UN DOLOR MUY AGUDO?
Cuando el dolor es demasiado intenso o agudo, el cuerpo está “a la defensiva” y ciertas técnicas de tratamiento pueden resultar agresivas. Esto no quiere decir que no se pueda tratar desde el primer momento, simplemente tu fisioterapeuta empleará técnicas más suaves enfocadas a reducir el dolor y la inflamación. |
¿ES NORMAL QUE ME DUELA MÁS DESPUÉS DEL TRATAMIENTO?
Los efectos de la terapia no tienen porqué ser inmediatos e incluso a veces, tras los tratamientos de partes blandas aparece un dolor que puede ser algo diferente debido a la manipulación, como una sensación de agujetas. No siempre ocurre y dependerá del estado de la lesión (agudo o crónico) y de las técnicas de fisioterapia empleadas (si estas son o no invasivas, si son manipulaciones suaves o más intensas…). Esta reacción del cuerpo asusta un poco al paciente, sobre todo si es la primera vez que se trata con fisioterapia, pero es algo totalmente normal las 24-48h posteriores al tratamiento. |